
Un taller de percusión es encontrar confianza, creatividad, desafío, entusiasmo... y contagia cantidad de energía y vitalidad a todos los participantes.
Cada alumno tiene un instrumento desde el primer momento y se aprenden diferentes ritmos que poco a poco se ponen en común. En este momento comienza surge una composición que los propios alumnos van creando a través de improvisaciones. La búsqueda de ideas propias de cada uno de los participantes se convierte así en un proyecto de creación y de expresión colectiva. Es un taller que ofrece un ambiente novedoso y muy divertido. Experimentaremos con diferentes instrumentos e inventaremos otros nuevos. Esta actividad mejora mucho la atención general, estimula el trabajo en equipo y desarrolla la coordinación rítmico-corporal. Jugaremos con ritmos del mundo experimentando la percusión cubana, africana o brasileña y haremos un concierto con todo lo aprendido al final del curso.